En el país hay
muchas cosas por hacer. Cuando son tantas uno quisiera hablar de todas al mismo
tiempo y mirar cómo las buenas podrían mantenerse y las que no andan tan bien
como podrían mejorarse. Pero no es posible hablar de todo al tiempo, así que en
este primer texto me dedicaré sólo a pensar en algo general que me preocupa y es la planeación,
para luego ir bajando hacia temas más puntuales.
La planeación es la
herramienta mediante la cual es posible marcar la ruta y decir para dónde va el
País. En Colombia contamos con el Plan Nacional de Desarrollo que marca
objetivos de mediano plazo (4 años), pero en deberíamos tener un norte
de largo plazo que nos permita avanzar en el desarrollo económico y social que
quisiéramos y que pudiéramos construir para el país.
Hoy estamos en el tercer lugar de las economías de América
Latina y esto muestra que hemos avanzado por buen camino, o bien que países
como Venezuela y Argentina se han desequilibrado económicamente lo cual nos
permite estar en una mejor posición. No obstante, e independientemente de la
razón, debemos empezar a pensar cuáles sectores productivos sostienen nuestra
economía y cuáles podemos potencializar, es decir, capitalizarlos para ser más competitivos en
una economía global. Para ello debemos buscar mejorar el desarrollo de las
capacidades productivas del país; lo cual no puede dejarse al azar y requiere
de una política industrial pública bien pensada e innovadora.
Este crecimiento económico debe verse reflejado en el
bienestar social de los Colombianos, por ello, debemos pensar también en cómo
aprovechar el momento económico para sentar las bases de una sociedad más
equitativa que avance en la senda de la igualdad de oportunidad para todos: con educación de
calidad, acceso a la educación para los estratos 1, 2 y 3, justicia eficiente,
atención en salud digna, institucionalidad y garantía de derechos, equidad,
promoción deportiva y cultural, empleo, seguridad, y disminución de la pobreza. Para esto y mucho
más también se requiere una política social pública activa e inclusiva.
El diseño de políticas públicas tanto para la capitalización
de sectores productivos como para el bienestar social, debe tener varios componentes,
como por ejemplo:
- · Información base de la situación del país en cada uno de los sectores de gestión pública, para saber para dónde vamos debemos tener la certeza de dónde estamos;
- · Objetivos de largo plazo (mucho más de 4 años) claramente definidos no sólo por el gobierno sino con participación ciudadana; el compromiso de los administradores públicos y gobernantes de avanzar en esa senda (esto posiblemente requiera Ley);
- · La integración de las acciones, es decir que un Ministerio se una a otros no sólo para ejecutar la política pública, sino incluso para diseñarla, algo así como la interdisciplinariedad en un grupo de trabajo;
- · El seguimiento constante de la implementación de la política y sus ajustes, porque en realidad nada sale al 100% de lo planeado y siempre es necesario contar con los imprevistos y con cómo sortearlos;
- · Integración de lo nacional con lo regional, sin violentar la descentralización;
- · Una buena veeduría ciudadana con una participación activa en el diseño y el seguimiento a las políticas públicas.
Estamos en condición de proyectarnos como país y hacerlo
realidad, tenemos personas preparadas para pensar a largo plazo; tecnologías de
información y comunicación para propiciar la participación ciudadana; infraestructura
para diseñar y mantener tanques de pensamiento que mantengan y retroalimenten
la política pública; y la institucionalidad para lograrlo. Necesitamos el
compromiso de dirigentes, políticos y administradores públicos. Además es
fundamental la priorización de los recursos públicos en las políticas definidas
y lograr lo que muchos creen impensable.